Vecinos de Vélez-Málaga se rebelan contra la desaladora privada de Magtel por su impacto ambiental y social

El avance del proyecto de una desaladora privada en la comarca de la Axarquía, promovido por la empresa Magtel, ha encendido la mecha del descontento ciudadano en Vélez-Málaga. La asociación vecinal AVEOTorre, que agrupa a más de 300 vecinos, ha alzado la voz con una batería de alegaciones formales que cuestionan no solo la viabilidad ambiental del proyecto, sino también su legitimidad social.
 
La infraestructura, que contempla la instalación de una estación de bombeo en pleno Ensanche Oeste de Torre del Mar, ha generado una fuerte oposición entre residentes, comerciantes y promotores inmobiliarios locales. La polémica radica en la ubicación elegida: una parcela contigua al paseo peatonal y un parque infantil, próxima a viviendas y a un instituto de educación secundaria. El terreno, además, es considerado no urbanizable y está catalogado como zona inundable, lo que añade un nuevo nivel de inquietud.
 
“Nos preocupa enormemente el riesgo de inundaciones, pero también el ruido, las vibraciones y el impacto visual que generaría una estación de bombeo tan cerca de nuestras casas”, afirma un portavoz de AVEOTorre. A esto se suma la instalación de un emisario e inmisario submarinos en una franja costera altamente vulnerable, reconocida oficialmente como zona en regresión grave por el Ministerio para la Transición Ecológica.
 
Los riesgos medioambientales que los vecinos denuncian no son menores. Una posible rotura del emisario podría acarrear daños irreparables en el ecosistema marino y afectar al humedal del delta del río Vélez, un enclave de alto valor ecológico. El proyecto, argumentan, se presenta como innecesario tras el reciente impulso institucional a una desaladora pública con capacidad inicial de 25 hectómetros cúbicos anuales, ampliable a 50.
 
Magtel, sin embargo, continúa con los trámites administrativos y el proyecto permanece en fase de información pública. La empresa no ha emitido declaraciones públicas recientes, y el calendario de ejecución sigue siendo incierto.
 
La controversia pone sobre la mesa un debate profundo sobre el modelo de gestión del agua en Andalucía: ¿debe priorizarse la inversión privada para responder a la emergencia hídrica o apostar decididamente por infraestructuras públicas sostenibles y consensuadas con la ciudadanía?
 
Mientras tanto, en las calles de Torre del Mar, la batalla por el territorio y el entorno continúa. Los vecinos han hablado, y su mensaje es claro: desaladora sí, pero no así.