Vecinos de la Calle Tamadaba exigen marquesina en la parada de autobús y denuncian trato desigual del Ayuntamiento

En los últimos días, los vecinos de la Calle Tamadaba han levantado la voz para solicitar la instalación de una marquesina en una parada de autobús cercana, situada a apenas 50 metros de la rotonda superior por donde pasa el autobús local. Esta petición no es nueva, pero se ha intensificado debido al creciente malestar de los residentes, quienes consideran que la falta de infraestructura pone en riesgo su seguridad y promueve la masificación de vehículos en la zona.

 

La zona en cuestión está densamente poblada, con más de 250 viviendas, y se encuentra a unos 500 metros del centro comercial más cercano. Los vecinos argumentan que, dada la ubicación y el diseño urbanístico, muchos se ven obligados a desplazarse en coche hasta el centro comercial debido a la falta de una parada de autobús accesible y adecuada. Sin embargo, una marquesina en la parada existente podría incentivar el uso del transporte público y reducir el tránsito vehicular, lo que beneficiaría tanto a los residentes como a la movilidad del área.

 

Entre las principales razones para la solicitud de la marquesina, los vecinos destacan:

 

1. Descongestión vehicular: Al facilitar el uso del transporte público, se reduciría el número de coches en una zona ya saturada.

 

2. Mayor seguridad: Los residentes señalan que el trayecto a pie hasta el centro comercial es peligroso debido a la falta de aceras adecuadas y la proximidad del tráfico.

 

El partido municipal independiente «Por Mi Pueblo» (PMP) ha manifestado su total apoyo a los vecinos. En una declaración pública, PMP criticó al equipo de gobierno actual, acusándolo de desatender las demandas de estos ciudadanos y de recurrir a tácticas intimidatorias. Según el partido, el Ayuntamiento envió a la inspección de vía pública para que retirara una pancarta colgada en la fachada de una de las comunidades que reclamaba la instalación de la marquesina, bajo amenaza de sanción por «ocupación de vía pública». No obstante, los vecinos afirman que la pancarta estaba colgada en una propiedad privada, lo que ha generado indignación entre ellos.

 

El grupo «Por Mi Pueblo» han querido apoyar a los vecinos en su protesta, difundiendo imágenes de miembros del partido sosteniendo la pancarta como muestra de solidaridad. Además, han denunciado un trato desigual por parte del Ayuntamiento, subrayando que en otras zonas del municipio se han colgado pancartas similares en farolas, ventanas y soportales sin que se impongan sanciones. Esto ha llevado a los vecinos y al partido a cuestionar si el gobierno local está actuando con favoritismo, permitiendo que ciertos sectores del municipio reciban más atención que otros.

 

Desde «Por Mi Pueblo», se ha comparado la actuación del actual equipo de gobierno con regímenes autoritarios, sugiriendo que se están imponiendo medidas coercitivas para silenciar las protestas vecinales. «Parece que para este gobierno hay ciudadanos de primera y de segunda», declaró José María Gómez, el portavoz del partido, añadiendo que seguirán apoyando a los vecinos de la Calle Tamadaba hasta que se cumplan sus demandas.

 

La solicitud de la marquesina continúa siendo una reivindicación central para los residentes de la Calle Tamadaba, quienes consideran que su petición es justa y necesaria para mejorar la calidad de vida en el área. Mientras tanto, «Por Mi Pueblo» ha dejado claro que no se retirarán hasta que el Ayuntamiento tome medidas concretas para solucionar esta situación.