miércoles, 12 de marzo de 2025 00:22h.

Benamargosa renace tras la tormenta: el bar de Anaís vuelve a abrir sus puertas

Han pasado tres meses desde que la DANA arrasara Benamargosa, dejando tras de sí "la peor inundación en 100 años". Aquel fatídico 13 de noviembre el agua lo cubrió todo, sumiendo al municipio en el caos y obligando a sus habitantes a iniciar una ardua reconstrucción. Hoy, el pueblo vuelve a latir con fuerza, y la reapertura del bar de Anaís es el mejor símbolo de esa resiliencia.
 
El último en reabrir, pero con más fuerza que nunca
 
Anaís y su marido, Ángel Ruiz, volvieron a encender los fogones de su restaurante tras casi 90 días de incertidumbre y trabajo incansable. "Fue como nuestro primer día hace 23 años, pero con otra edad y experiencia", relata Anaís. La riada no solo les obligó a cerrar su negocio, sino que arrasó con todo lo que había dentro. "Tuvimos que levantar el suelo, cambiar el sistema eléctrico y reconstruir el almacén. Todo el mobiliario se perdió", recuerda con pesar la hostelera.
 
La inversión ha sido cuantiosa, tanto que prefieren no hacer cálculos exactos. "Ni sabemos exactamente, ni queremos echar cuentas", confiesan. Pero, pese a las dificultades, la acogida de los vecinos el día de la reapertura fue un motivo de alegría. "Fue toda una celebración", afirma Anaís. Ahora, aunque el negocio sigue en marcha, todavía quedan detalles por pulir, como la rehabilitación del almacén, que aún sufre las secuelas de la humedad.
 
Un camino de escombros y barro
 
El camino hacia la normalidad ha sido particularmente duro para los negocios más cercanos al río. Junto al bar de Anaís, el pub de Pablo Pascual también sufrió daños severos, pero logró reabrir el pasado enero. La calle que conecta estos establecimientos con el resto del pueblo se convirtió en un lodazal intransitable, complicando aún más su recuperación.
 
Las obras para rehabilitar esta vía, largamente esperadas, finalmente han sido retomadas. "Se está avanzando a buen ritmo", asegura Anaís. El alcalde de Benamargosa, Salvador Arcas, también ha confirmado que los trabajos se encuentran en una fase avanzada, aunque advierte que podrían surgir imprevistos. "Hemos detectado una tubería obsoleta que podría retrasar el proyecto, pero confiamos en que muy pronto se facilite el tránsito hacia los locales afectados", explica el regidor.
 
Una reconstrucción que va más allá de los negocios
 
La DANA no solo afectó a los comercios, sino que dejó secuelas en infraestructuras clave del municipio. La piscina municipal, el campo de fútbol desaparecido bajo la riada y la zona del río están en la lista de prioridades del Ayuntamiento. "Se están estudiando soluciones y trabajando para que la piscina esté lista este verano", señala Arcas.
 
El alcalde destaca que la recuperación ha sido un esfuerzo colectivo. "No hay partidos ni banderas, todo un pueblo ha trabajado unido", subraya. Esa unidad ha sido la clave para que Benamargosa resurja de sus cenizas.
 
Las cicatrices del desastre
 
A pesar del esfuerzo titánico, la catástrofe ha dejado huella. Las calles llevan marcas del barro, los agricultores siguen contando las pérdidas y muchos afectados arrastran el peso emocional de la tragedia. Pero, entre tanta adversidad, historias como la de Anaís son un rayo de esperanza.
 
Hoy, Benamargosa mira hacia adelante. Con sus cicatrices curadas, aunque imborrables, el pueblo espera que estas nunca vuelvan a abrirse.