Costas advierte de una subida descontrolada del nivel del mar que puede afectar a construcciones en Guadalmar y Vélez-Málaga
Los efectos y consecuencias del cambio climático cada vez están más cerca. El Gobierno empieza a levantar la voz de alarma en distintos puntos del litoral malagueño, en concreto en Vélez-Málaga y la zona de Guadalmar de la capital por una subida descontrolada del nivel del mar de cara a 2070, según la documentación publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La Demarcación de Costas ha comenzado el trámite de información pública de la declaración de ambas zonas como de regresión grave de la costa, basándose en un estudio pormenorizado que ha realizado del litoral entre 1957 y 2022. Según sus predicciones la subida del nivel del mar en el próximo medio siglo hará que el litoral comience en puntos donde ahora hay chiringuitos, sí; pero también urbanizaciones, a la Estación de Bombeo para las Aguas Residuales (que ya necesita infraestructuras de protección) o el propio Parador del Campo de Golf de Málaga junto a Arraijanal. También se modificarán las zonas declaradas como inundables.
Así, en su predicción para el entorno de Guadalmar, que forma parte de un estudio realizado por Tragsatec y fechado en mayo de este año, espera que la línea de costa se adelante entre 80 y 226 metros, variando para cada una de las zonas estudiadas, debido al aumento del nivel del mar en 31 centímetros.
En Guadalmar, Costas avisa de que en lo que va de siglo se ha perdido gran cantidad de litoral, pese a los aportes antropológicos de arena, si bien es cierto que desde 2016 la regresión de la costa es aún mayor. en total, en la zona estudiada, se han perdido 223.495 metros cuadrados de playa en los casi 70 años que han estudiado.
Destacan en Guadalmar que la desaparición de la playa supone que las escolleras de defensa construidas para la protección de la zona no han surtido efecto. Así, destacan que el oleaje está cambiando, predominando los temporales de poniente, con mayor capacidad de transporte y erosión en la zona, lo que está acelerando el proceso de regresión del litoral. Todo esto, a pesar de los múltiples aportes, sin los cuales en la zona de Arraijanal la costa hubiese tenido una regresión de hasta 5 metros anuales.
Se estima que, si las condiciones no varían, en las predicciones a 10 y 20 años, el tramo de costa entre la playa de San Julián y el campo de golf se producirán los mayores movimientos regresivos. En la playa de Guadalmar, la regresión estará condicionada por la construcción de las escolleras y espigones existentes. De no existir dichas construcciones la línea de costa podría alcanzar las viviendas de la primera línea del frente de la playa de Guadalmar.
Vélez-Málaga
Para Vélez-Málaga se ha estudiado el entorno entre el Camping de Almanat y Torre del Mar, en el entorno de la desembocadura del río Vélez. En total, la regresión desde 1957 ha sido de 222.107 metros cuadrados de arena, algo menor que en Guadalmar.
Aquí, Costas destaca que, sobre todo en la última década los periodos secos en lo que a pluvimetría se refiere, ha hecho que el delta del río Vélez tenga cada menos presencia y que, por lo tanto se estén dando episodios de regresión, en parte provocado también por el aumento de temporales de poniente.
A partir de 2020, con un pico en 2022, entra en un periodo grave de sequía, por lo que las aportaciones de sedimentos fluviales al litoral son "casi inexistentes". De continuar esta tendencia y si las condiciones no varían, se estima que en las predicciones a 10 y 20 años, el tramo de costa de la margen izquierda del río Vélez se producirán los mayores movimientos regresivos, con unos máximos de 40 metros de regresión a los 10 años y de 70 metros a los 20 años(con respecto a la línea de costa de 2022). En el resto serían más leves, pero en ningún caso progresivos.
¿Qué pasa ahora?
Según el Reglamento de Costas, en los terrenos declarados en situación de regresión grave no podrá otorgarse ningún nuevo título de ocupación del dominio público marítimo-terrestre. Esta norma tiene una excepción en caso de que no exista a cinco años vista cierto riesgo de inundaciones. En tal caso, se podrán otorgar licencias de ocupación, siempre que estén motivadas y que no excedan esos cinco años, que pueden ser prorrogables en el mismo plazo.
Para las construcciones ya existentes, se mantendrán siempre que el mar no les alcance o exista riesgo cierto de que lo haga. En los terrenos declarados en situación de regresión grave, el Estado podrá realizar actuaciones de protección, conservación o restauración. Para esto, podrá imponer un impuesto especial que imponga a aquellas personas físicas o jurídicas que se beneficien de estas obras.