viernes, 18 de octubre de 2024 00:15h.

ARTÍCULO DE OPINIÓN

Paco de la Torre, el alcalde del PP que expulsa a los malagueños de su ciudad

Su objetivo es el turismo de cinco estrellas, el de mucho lujo

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, va de moderado pero es muy de derechas. Siempre le ha interesado más el negocio que las personas. Su mayor preocupación es construir en esta ciudad rascacielos con pisos de más de un millón de euros, mientras los malagueños se ven obligados a tener que marcharse de su ciudad, ante los prohibitivos precios de la vivienda.

En una reciente entrevista realizada por Diario Sur, Francisco De la Torre considera irrelevante que los malagueños y malagueñas tengan que irse de su ciudad. No le importa absolutamente nada el futuro de miles de jóvenes ni el de miles de familias. Asegura sin ruborizarse, que no pasa nada si deben marcharse.

Incluso propone, que se vayan a vivir a otros municipios, como Rincón de la Victoria, Alhaurín de la Torre o Villanueva del Rosario. Para quien no conozca esta provincia, ha de saber, que para llegar a Málaga capital desde estos municipios o lo haces en tu vehículo particular o en los escasos autobuses de línea que tardan una eternidad. Pero, ¿qué le importa todo esto a Francisco De la Torre?

Incluso tiene el cinismo de hablar de la importancia del transporte público, cuando él ha hecho todo lo posible para reventar el proyecto del metro. El metro de Málaga hoy podría estar conectando la ciudad entera, incluso llegando a Rincón de la Victoria y al Parque Tecnológico, pero el alcalde de Málaga nunca quiso que la Junta de Andalucía con gobierno socialista, llevase a cabo este proyecto trascendental para nuestra ciudad. Han sido tantas las cortapisas, las trampas y los “inventos” de De la Torre respecto a esta infraestructura, que alguna Ministra socialista llegó a decir que “el alcalde de Málaga, para cada solución, tenía siempre un nuevo problema”.

Habla de una ciudad de futuro, pero ¿de qué futuro habla Francisco de la Torre? Hay miles y miles de jóvenes que se encuentran ahogados, porque no pueden pagar cada mes los prohibitivos alquileres de nuestra ciudad, pero él no hace nada por bajarlos, siguiendo la consigna de Feijóo y de Moreno Bonilla.

Otros muchos hipotecan a sus padres de por vida para adquirir una vivienda, que no saben si al final podrán pagar. Y mientras tanto, el alcalde no construye viviendas de VPO, ¿para qué? Si él solo quiere viviendas para millonarios, mientras considera que los malagueños estorban en las calles de la ciudad que los vió nacer.

El otro día, ante la impotencia de una malagueña que no tenía para pagar el alquiler, el alcalde le respondió en el Pleno del Ayuntamiento: “Si tiene un trabajo, no será tan difícil encontrar un alquiler”. Es indigno que el PP mire para para otro lado, cuando un piso de 65 metros cuadrados, en barrios como Martiricos, ronda hasta los 1.500 euros mensuales. ¿Y esto quién lo puede pagar?

Hace un par de años, De la Torre afirmaba que el problema de la vivienda en Málaga se debe a la falta de formación de los malagueños. ¡Qué manera de insultar a los ciudadanos de Málaga! Es cierto que Moreno Bonilla está destrozando la educación pública para favorecer el negocio de la privado. Además va a implantar tres universidades privadas en Málaga, pero de eso no tienen culpa los malagueños; la tienen el presidente andaluz del PP y la tiene el alcalde.

¿Cómo un trabajador o trabajadora que gana 1.400 euros puede pagar un alquiler de 800 euros por un piso de dos habitaciones? ¿De qué come? ¿Cómo paga la luz y el agua, que por cierto el alcalde de Málaga ha incrementado un 33% este año? Esto es lo que le importa a De la Torre los problemas de los malagueños. Absolutamente nada.

No se trata de una cuestión de si la gente es de Málaga o es de fuera. Se trata, como siempre que gobierna el PP, de si tienes dinero para pagar o no lo tienes. Hace unos días una joven investigadora de la Universidad de Málaga me trasladaba que por una habitación tercermundista en un barrio periférico estaba pagando 500 euros al mes. ¿Hay derecho a esto?

El pasado mes de junio, unas 25.000 personas se manifestaron en Málaga para protestar por la escasez de vivienda, por los altos precios del alquiler y por las consecuencias negativas de la masificación turística, bajo el lema: “Málaga para vivir, no para sobrevivir”. Y ahora dice el alcalde de Málaga, que fue una manifestación política. ¿No le da ni siquiera un poco de pudor Sr. De la Torre? El hecho de que usted y toda su familia tengan muy buenas viviendas porque con su buen sueldo puede permitírselo, ¿le hace olvidarse de los miles de malagueños que no puede acceder a una vivienda digna?

El modelo de ciudad que defiende no es el de la innovación y el desarrollo, no es el de una universidad puntera en investigación ni el del desarrollo del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Todo esto le da igual. Su objetivo es el turismo de cinco estrellas, el de mucho lujo. Es decir, su modelo pasa por machacar a los malagueños y malagueñas con contratos de muchas horas y poco salario, trabajando como camareros, barman, recepcionistas, camareras de hotel o ayudantes de cocina, para que los turistas, eso sí, estén bien atendidos. ¿De verdad esta es la ciudad que queremos y necesitamos? ¿Este es el crecimiento al que aspira la derecha para Málaga?

En definitiva, en Málaga si tienes “pasta” para alquilar o comprar, eres bienvenido a una ciudad acogedora, cosmopolita y única. Si no la tienes, el PP y el alcalde de Málaga, Francisco De la Torre, piensa que lo mejor es que te vayas a Villanueva del Rosario o a Alhaurín De la Torre, y ya si eso te coges el autobús o lo que veas, para poder venir a trabajar a ella.

Málaga no merece un alcalde así. No merece un alcalde que anteponga la especulación al futuro de los malagueños. No merece un alcalde que anteponga el negocio de los alquileres abusivos a que los malagueños puedan llegar a fin de mes. No merece un alcalde que expulsa a los malagueños de su ciudad para abrir los brazos a los millonarios de fuera que pueden pagar una fortuna por una vivienda. Si este es el futuro que quiere De la Torre para Málaga, el futuro de Málaga no puede pasar más por De la Torre.