La investigación, desarrollada por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada en colaboración con la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de Vélez-Málaga, y con el apoyo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, reveló que los detenidos regentaban tres locales de comida rápida, dos en Granada capital y uno en Vélez-Málaga, donde mantenían explotados laboralmente a cuatro compatriotas sin permiso de residencia y trabajo.

Condiciones laborales precarias en locales de comida rápida

Los trabajadores explotados eran obligados a cumplir jornadas laborales de 10 a 12 horas diarias, durante los siete días de la semana, por un salario mensual de entre 500 y 600 euros. Ninguno de ellos disponía de los permisos necesarios para residir y trabajar en España. Las víctimas habían sido captadas en otras provincias por terceras personas, también de origen pakistaní, y trasladadas a Granada y Vélez-Málaga, con los costes del traslado asumidos por el empresario.

Vulnerabilidad de las víctimas y situación del empresario

Los trabajadores explotados, en situación de extrema vulnerabilidad, tenían familiares a su cargo en su país de origen y debían afrontar deudas de hasta 10.000 euros con mafias que los habían ayudado a llegar a Europa. Estas circunstancias los llevaron a aceptar las condiciones ilegales de trabajo impuestas por el empresario.

El principal responsable de estos hechos, un empresario pakistaní nacionalizado español, aún no ha sido localizado. Mientras tanto, los dos detenidos, quienes habían sido puestos al frente de los negocios, ya han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.